LA ARCILLA

La arcilla es una roca sedimentaria constituida por agregados de silicatos de aluminio hidratados, procedentes de la descomposición de rocas que contienen feldespato, como el granito.
Existen diferentes tipos de arcillas según  su composición, coloración y uso que le queramos dar.
Por supuesto, nosotros nos fijaremos en las de uso cosmético y terapéutico
Las propiedades de la arcilla en la piel son similares en todas sus variantes (desinfectantes, desintoxicantes, antiinflamatorias, depurativas, calmantes, etc), las leves diferencias de su composición hacen que algunas se utilicen con mayor frecuencia en determinados casos.

Arcilla Blanca o caolín:

            Tiene unas cualidades que la hacen idóneas, sobre todo, para tratamientos rejuvenecedores y calmantes de la piel en caso de dermatitis. Estas son las principales características de la arcilla blanca:
- Proporciona sensación de frío
- Estira la piel
- Aporta numerosos minerales como nutrientes.
- Es calmante
- Descongestiona la piel
- Es Antiséptica.
            Gracias a estas propiedades la hace ideal para:
- Mascarillas antiarrugas.
- Emplastos para varices, retención de líquidos o piernas cansadas
- Emplastos para dolor agudo de músculos , articulaciones, tendones, ...
- Mascarillas, cremas y jabones calmantes y regeneradores de pieles sensibles (dermatitis, psoriasis, ...)
- Como elemento base de dentífricos caseros e industriales.
Te aconsejamos:
   Jabón de Arcilla Blanca (Pincha)

 

Arcilla Verde:

            Destaca por sus propiedades desinfectantes y porque tiene una capacidad mayor para arrastrar impurezas de la piel:
- Antibacteriana
- Desintoxicante
- Arrastra muy bien las impurezas de la piel.
- Es una gran desinfectante
- Reequilibra los niveles de grasa en la piel
- Descongestiona
- Depura las capas profundas de la piel
- Antiinflamatoria local
- Reduce el dolor.
            De esta manera, sus principales aplicaciones son:
- Mascarillas para el acné y para las pieles grasas en general.
- Mascarillas o emplastos para infecciones de la piel.
- Para tratamiento desinfectante de heridas abiertas.
- Emplastos para dolores de músculos o huesos.
Te aconsejamos:
                                            

  Arcilla verde en polvo (pincha)          Arcilla verde en Pasta (pincha)

Arcilla Roja:

            Esta arcilla destaca para :
- Aumentar el riego sanguíneo
- Estimular el riego linfático
- Proporciona más calor que la arcilla blanca o verde
- No se usa para procesos Inflamatporios.
            Así, las principales aplicaciones de la arcilla roja en la piel con:
- Pieles sin vitalidad o blanquecinas
- Lesiones musculares crónicas (no en su fase aguda o inflamatoria)
- Baños de calor
Te aconsejamos:
   Arcilla roja en polvo (pincha)

La arcilla es, sin duda, un elemento natural extremadamente terapéutico, pero para poder sacar un rendimiento eficaz de su uso, es importante tener en cuenta algunas consideraciones importantes:

Usar Arcilla de calidad:

            - Preferiblemente la que viene en polvo: No suele llevar nada añadido y no tiene caducidad. Si prefieres un formato más cómodo elige la que viene en pasta, lista para aplicar.
            - Elige la que viene en un recipiente de cartón: El cartón no dejará residuos. Además las de mejor calidad, las encontrarás en cajas de cartón o papel grieso.
            - El color que elijas, no es lo más importante. Elige una que se adapte mejor para el uso que quieras darle. Sí puedes elegir mejor una que provenga de un lugar cercano a tu residencia. Si es tu primera experiencia con la arcilla, te aconsejamos que empieces por la verde.
            - La mejor opción para comprar la arcilla será siempre un herbolario y de marca de confianza.

¿Qué recipientes usar?:

            - Siempre de madera, vidrio o cerámica (nunca de plástico o metal)
            - Para remover la arcilla, con el líquido usa siempre utensilios de madera.

 ¿Cómo aplicar la arcilla?

            - Directamente sobre la piel: Bien como los polvos de talco o bien empapando una toalla con agua manchada de arcilla. De cualquiera de las maneras, no es necesario después lavar la piel, porque así ya quedará limpia, desinfectada y perfectamente nutrida.
            - Mascarilla o cataplasma: Primero tendremos que mezclarla con agua (las mejores son sin cloro o agua de mar), hasta que consigamos la textura deseada. Luego la aplicas sobre la zona a tratar, dejarla actuar unos minutos y luego retirarla con agua abundante.   A esta forma de aplicación se le pueden añadir otros ingrediente naturales que sean de ayuda para el problema que deseas tratar como;  aceites esenciales, aceites vegetales, frutas, harinas de cereales, infusiones, miel, etc...
            - Exponerla al sol: Si tienes tiempo, es aconsejado exponerla al sol antes de su utilización, así reforzarás su poder de acción.

Contraindicaciones de uso:

            - Como con cualquier remedio natural, se puede sufrir alguna reacción adversa, sobre todo al principio y si se aplica sobre órganos relevantes o zonas afectadas.